Salir de la jaula

Ella miraba como pasaban los dias, los dias claros que el invierno le regalaba. El aire puro la invitaba a salir, casi ahogada se asomaba a probarlo..queria sentir su boca fria..pedir ayuda..

Desempolvando mis recuerdos

Me sorprendía que el maestro viviera en una casa más de esas que adornaban las calles de Surco, una a una las miraba, traté de que la apariencia me deje llevar, que me antoje a jugar, sin embargo, los números en las puertas eran una fuerte atracción para terminar rápidamente lo que iba a pedirle. Encontré el número de la casa. Será rápido, pensé, el firmará esto y bueno me perderé en los espacios de la vieja Lima, pensaba en ir a dar vueltas por las rotondas de libros que hay por allá en el Centro de Lima, necesitaba empaparme de una buena historia en mis siguientes dias.
Toqué el timbre y salió una mujer, luego salió otra con andar lento, era su esposa, pensé que me pidiría la hoja, y q me la entregaria firmada, pero a petición del maestro, entré a ese espacio íntimo, alli donde habitaban miles de personajes en el aire, en hojas amarillas, ahi donde se construian mil historias, ahi donde dormia y despertaba con sus grandes ojos negros Jashmala...su sueño de amor...
ahh Jashmala... en desiertos color ambar...reposaba Jashmala...el maestro tenia un timbre especial al nombrarla...
Me recibió con una atención diferente a aquellos dias en los que los Sikuris zoplaban lento..en los que su andar lento era interrumpido por la pregunta de un alumno..esos dias en los q el maestro daba catedra histórica en la universidad...esos días..

Yo era una invitada, una invitada especial..

Dias de invierno

Fue un dia de invierno, los zapatos le apretaban más que nunca, la diva caminaba lento pero seguro, llegó al lugar parecido a los demás, uno más, pensó, las mismas caracteristicas, el mismo procedimiento acaso??? el conserje no muy amable le hecho una mirada rápida. Sí , era lo mismo de siempre, terminado lo q vino hacer,salió esta vez con más esperanza que la anterior visita... La desesperación no la alcanza, aún con los zapatos apretados sigue corriendo tras sus sueños.