Desempolvando mis recuerdos

Me sorprendía que el maestro viviera en una casa más de esas que adornaban las calles de Surco, una a una las miraba, traté de que la apariencia me deje llevar, que me antoje a jugar, sin embargo, los números en las puertas eran una fuerte atracción para terminar rápidamente lo que iba a pedirle. Encontré el número de la casa. Será rápido, pensé, el firmará esto y bueno me perderé en los espacios de la vieja Lima, pensaba en ir a dar vueltas por las rotondas de libros que hay por allá en el Centro de Lima, necesitaba empaparme de una buena historia en mis siguientes dias.
Toqué el timbre y salió una mujer, luego salió otra con andar lento, era su esposa, pensé que me pidiría la hoja, y q me la entregaria firmada, pero a petición del maestro, entré a ese espacio íntimo, alli donde habitaban miles de personajes en el aire, en hojas amarillas, ahi donde se construian mil historias, ahi donde dormia y despertaba con sus grandes ojos negros Jashmala...su sueño de amor...
ahh Jashmala... en desiertos color ambar...reposaba Jashmala...el maestro tenia un timbre especial al nombrarla...
Me recibió con una atención diferente a aquellos dias en los que los Sikuris zoplaban lento..en los que su andar lento era interrumpido por la pregunta de un alumno..esos dias en los q el maestro daba catedra histórica en la universidad...esos días..

Yo era una invitada, una invitada especial..

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