14 de febrero

Con el viento, suenan las pequeñas lunitas y estrellitas de vidrio, chocando unas con otras, concluyendo siempre en ese sonido delicado, suave y agudo como xilófonos perdidos en el aire, sí, agradables finalmente, pero que siempre terminan recordándole a un martirizante "Yo te amo".

Había desarmado la cajita roja para pasar desapercibida,por alguna razón no era necesario que se enteren los demás que estaba enamorada. Esperó, y se hizo falsa compañera de las horas, sin embargo, poco a poco fue odiando sus minutos y segundos a medida que la tarde se ahogaba. La impaciencia la había invadido. Sus manos frías y temblorosas armaban y desarmaban aquella cajita roja, ensayando escenarios. Las horas enemigas trajeron la noche, que no se compadeció de ella, y la abrazó queriendo intimidarla, invitándola a desistir de su propósito. Ella ignoraba que a él se le acabó el amor.

Se siguen agitando las pequeñas lunitas y estrellitas trayendo ese sonido delicado, suave y agudo como xilófonos perdidos en el aire, que terminan siempre recordándole a un martirizante y cruel "Yo te amo".

No hay comentarios: